La forma de la copa es un factor importante tanto como la temperatura de servicio del vino. 

  • Copa para vino espumante

La forma habitual para servir este tipo de vino es de flauta. Es decir, es larga y estrecha, reteniendo la carbonización y capturando el sabor del vino.

  • Copa para vino blanco

Una buena copa para servir vino blanco tiene un tazón en forma de “U” y es más recto que una copa de tinto. Esto provoca que se mantenga una temperatura fresca del vino.

  • Copa para vino tinto

Las copas más habituales son altas con su tazón no tan grande. Está diseñado para vinos con más cuerpo. La altura permite que el vino vaya directamente a la parte posterior de la boca maximizando su sabor.