FASE VISUAL:

  • Descorchar y verter el vino.
  • Importante, elegir la copa correcta dependiendo del vino. Siempre sujetarla por el pie de la copa evitando así que se caliente.
  • Al descorchar la botella, analizar su corcho. Debe estar ligeramente humedecido por el vino, lo que demuestra que la botella se ha guardado siempre inclinada.
  • En la fase visual se observa si la superficie del vino es brillante o mate, si tiene transparencia y limpieza.

FASE OLFATIVA:

  • Aproximar la nariz a la copa para comprobar que no hay aromas desagradables en el vino.
  • En esta parte de la cata se determinan la intensidad y la clase de aromas que se perciben. Tres son los aromas que se han de descubrir: los primarios (los que aporta la variedad de la uva), secundarios (procedentes de la fermentación) y los terciarios o ‘bouquet’ (son los aromas de la crianza).

FASE GUSTATIVA:

  • Se toma un pequeño sorbo que se hace pasar a lo largo y ancho de la lengua para que las papilas detecten todos los gustos.
  • Se aspira aire con el vino en la boca y se saca por la nariz para volver a oler los aromas.
  • Por último, se traga y todos los aromas y sensaciones persisten en la boca después de ser ingerido. Esa mayor o menor persistencia en boca es la que permitirá distinguirlos.